Tras dos años sin encontrarse físicamente, la compañía cosmética necesitaba crear una cita emotiva y con impacto. Una experiencia que viajara al origen y nos devolviera a lo auténtico y a lo verdaderamente importante.
La agencia logró crear una impactante propuesta gracias a los contenidos inmersivos en vídeo y al planteamiento 360 de la escenografía, transformando el espacio en toda una experiencia sensorial.
Olores, sonidos e imagen recreaba el transcurrir de un día entero: cuando el público entraba en la sala era noche cerrada y se les invitaba a vivir un amanecer inmersivo en el medio de la naturaleza.