Con la evolución de la tecnología la sociedad cambia, y con ella, las necesidades de los asistentes a los eventos en función de la generación a la que pertenecen. Si los miembros de generaciones anteriores a la denominada “Generación Z” tienen más capacidad para sorprenderse, los más jóvenes muestran un perfil más independiente, sensible y auténtico.
La brecha generacional existente entre la Generación Z y aquellos que no crecieron utilizando pantallas táctiles se nota también a la hora de organizar un evento, pues será necesario tener en cuenta diferentes elementos en función del público al que la marca quiere enviar un mensaje. ¿Qué valores de la Generación Z es interesante tener en cuenta a la hora de planificar un evento?
Experiencias, pensamientos, conocimientos… La Generación Z está habituada a compartir con la sociedad tanto sus ideas y preocupaciones como su forma creativa de abordarlos. De igual forma, los jóvenes también están habituados a escuchar, a generar debate y diálogo a la hora de exponer sus diferentes puntos de vista así como a tener en cuenta aspectos relacionados con la Diversidad y la Inclusión.
Un evento pensado para la generación Z buscará la interacción entre los asistentes: se les podrá plantear una situación que deberán resolver o se les lanzará una cuestión que permita un debate constructivo. Además, esta generación tendrá muy en cuenta que la selección de personas que participan en el evento cumpla con los estándares de diversidad.
Para la Generación Z, cada evento, reunión, conferencia, convención o feria es una oportunidad para vivir una nueva aventura y para descubrir nuevas sensaciones. Su actitud entusiasta se convierte así mismo en una oportunidad para que los producers puedan desarrollar su creatividad.
Un evento enfocado a asistentes que pertenezcan a este grupo debe tener un alto componente de aprendizaje, de diseño experiencial y de experiencias de la mano de las nuevas tecnologías. En definitiva, unos asistentes a los que le llegan multitud de estímulos de forma diaria, necesitarán sentir que acudir a esa reunión ha merecido la pena.
Para la Generación Z viajar es una prioridad y conocer mundo es una de las formas más productivas de gastar los ahorros. El hecho de que la experiencia de marca sea alrededor del mundo supondrá un plus para motivar su asistencia, ya que les permitirá conocer países y culturas que contribuirán a que enriquezcan tanto de forma profesional como personal.
Una reunión tradicional de teambuilding puede ser demasiado sencilla para los asistentes más jóvenes: estos buscan, además de que el evento cumpla su labor formativa y educativa, que les permita explorar y vivir nuevas aventuras. Si las generaciones mayores prefieren terminar una reunión de negocios con un cóctel, la Generación Z valora más una entrada VIP en un espacio restringido o conocer los rincones más insólitos de una ciudad a la que es posible que no vayan a regresar.
La Generación Z es una generación independiente y que toma decisiones informadas basadas en su propia experiencia. Además de la educación universitaria, los jóvenes buscan constantemente nuevos retos y oportunidades para experimentar y aprender algo nuevo.
Sin embargo, el hecho de la búsqueda constante de nuevos estímulos e ideas frescas hace que la generación no sea leal. Es ahí donde reside el reto de las marcas: deberán ser capaces de hacerse un hueco entre la Generación Z a través de los eventos hablando su mismo lenguaje y respondiendo a sus inquietudes e intereses.
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